Recomendado por:
Manuel González de la Aleja Barberán (Dpto. de Filología Inglesa)
Truman Capote
IN COLD BLOOD
New York: Random House, 1965
Signatura: L/En 821.111(73)"19" CAPOTE T-31 inc
Una noche de noviembre de 1959 los cuatro miembros de una querida y respetada familia de un pueblecito de Kansas fueron asesinados. El crimen resultaba llamativo, no sólo por la delicadeza con la que alguna de las víctimas había sido tratada por los asesinos sino, sobre todo, porque había ocurrido precisamente en un lugar donde nunca ocurría nada. La prensa acudió en masa a cubrir el suceso y entre los periodistas había también dos escritores, la célebre autora que había firmado con el nombre de Harper Lee la que habría de ser su única obra, Matar a un ruiseñor (To kill a mockingbird), y un personaje de aspecto estrafalario, escandalosamente amanerado y con chillón acento sureño, Truman Capote. Y precisamente allí y en ese momento se empezó a gestar la leyenda de In Cold Blood (A sangre fría).
Lo que había de ser un mero encargo alimenticio se convirtió para Capote en un esfuerzo devastador que culminaría en su obra maestra, pero que marcaría también el principio del fin de su carrera literaria y el comienzo de un largo pero inexorable camino hacia su propia autodestrucción. El diminuto escritor llegado de Nueva York logró meterse en la piel de los habitantes de aquel pueblo perdido en las soledades del medio-oeste norteamericano, captó su desconcierto, su terror, sus deseos de venganza, también fue testigo privilegiado del trabajo de la policía, de su cacería incansable para dar con el asesino o asesinos y, así mismo, cuando éstos fueron capturados, Capote entró en sus celdas, rastreó en su pasado, hurgó en sus miedos y comprendió cómo y por qué alguien puede convertirse en segundos en un monstruo cegado por el miedo y el odio.
Para los estudiosos, In Cold Blood es un peculiar ejemplo de lo que se llamó en su momento "novela de no-ficción", para los amantes de la literatura, In Cold Blood es una novela apasionante sobre una sociedad y todo un sistema legal que ni siquiera alcanzan a ser honestos en su aplicación despiadada de la justicia. El largo peregrinar de Richard Hickock y Perry Smith hacia la horca, acompañados por la pequeña sombra del escritor que los convertiría en eternos personajes literarios, es una de las más fascinantes aventuras que cualquier lector puede emprender. In Cold Blood es uno de esos libros que no terminan cuando su lectura ha acabado, insiste en perseguirte durante mucho tiempo y siempre, tarde o temprano, te sorprendes a ti mismo volviendo a Kansas para enfrentarte al estupor de los ojos de Nancy segundos antes de ser asesinada, para caminar junto a Perry, cojeando, encogido, desvalido, hacia el inmenso cadalso erigido para acabar con su diminuta existencia.
Manuel González de la Aleja (Departamento de Filología Inglesa)